Por Junior Peña
La navidad es una época en la que se celebra el nacimiento del niño Jesús, es tiempo de hermandad, solidaridad y de reencuentro con nuestros seres queridos que están lejos de nosotros.
En esta festividad, el doble sueldo dinamiza la economía, donde el consumismo, la fiesta, los prestamistas y los atracadores tienen un personaje asignado en la trama navideña.
Pero, es bueno destacar que éste no es el único momento que tenemos para comprar, hacer regalos, ambicionarnos y compartir, sino que siempre debe existir un espacio en nuestras vidas para nuestras necesidades y sobre todo, cultivar el valor de la solidaridad.
Pérdida de la tradición y los valores
A través del tiempo se ha podido observar como las luces de los arbolitos navideños se han disminuído, a los fuegos artificiales se le ha ido la energía eléctrica para iluminar el cielo, las ventas de frutas y comidas navideñas son cada vez más escasas y ni siquiera algunas familias conocen una cena de navidad.
Entonces, sería interesante reflexionar si en verdad estamos cultivando los valores en nuestras familias y nuestra sociedad, para así poder expresar: Feliz Navidad.
La invitación es, a que reunidos en familia se haga un examen de conciencia y se extienda una mano amiga a aquellos necesitados, para que así se pueda expresar un doble sueldo de paz, armonía, alegría y felicidad; diciendo a viva voz: Feliz Navidad y Próspero año nuevo 2011.
Muchas bendiciones para mis lectores.
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